Declaración Política: 96 años de lucha. 96 años de historia
- FJC Mar del Plata
- 12 abr 2017
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Un nuevo aniversario, un nuevo compromiso de lucha por la liberación de nuestro pueblo. La Federación Juvenil Comunista cumple 96 años de existencia en la Argentina, y desde esa fecha asumimos el desafío de construir una sociedad en la que la explotación y opresión no exista, una sociedad de sujetos libres: una sociedad comunista.
Nuestra sangre y nuestras ideas han quedado plasmadas a lo largo de la historia argentina y del mundo. Son muchas mujeres y hombres jóvenes que aportaron su energía y vida a un proyecto colectivo por la transformación de los otros y de uno mismo.
El Partido Comunista, y nosotros como su juventud, estamos inseparablemente enlazados con los últimos 100 años de historia de nuestra clase. Fuimos parte de la heroica lucha de la Patagonia Rebelde y la Reforma Universitaria de Córdoba, abrazamos la primera experiencia socialista obrera-campesina en Rusia, combatimos el Golpe del 30 y las dictaduras que siguieron. Actuamos consecuentemente por la paz a lo largo de la historia y el presente, explicitada en la Primera y Segunda Guerra Mundial, nuestros brigadistas fueron para del ejército popular en España Republicana (sello que marcará nuestro Internacionalismo hasta el presente). Denunciamos las maniobras del Imperialismo en la guerra de Corea, la utilización de armas nucleares en Japón y la carrera armamentista, saludamos la Revolución Cultural de China, nos marcó y contribuimos con nuestros profesionales (médicos, docentes, arquitectos, etc.) a la Cuba Revolucionaria. También somos defensores de la Educación pública, y nuestra lucha consecuente en este sentido no cesó jamás desde antes y después de los años de la "Laica o libre". Los jóvenes comunistas somos hijos y nietos de la unidad obrero-estudiantil de la lucha del Cordobazo, y los diferentes “azos” en las ciudades del país. Fuimos promotores de la luchas de Liberación Nacional en África y Asia junto a la Revolución Vietnamita. A lo largo de prácticamente toda nuestra historia, nuestros militantes fueron perseguidos, proscriptos, exiliados, desaparecidos, asesinados desde la primera hasta la última dictadura, e incluso en democracia.
Fuimos impulsores de la revolución continental mandando brigadistas a Nicaragua y el Salvador, luchadores por el juicio y castigo a los responsables civiles, económicos, eclesiásticos, judiciales y militares de la última Dictadura, y además, querellantes en centenares de juicios por nuestros camaradas. Somos incansables movilizadores contra las políticas del neoliberalismo, el llamado fin de la historia y el ALCA, abrazamos los vientos de cambio de la última década con la Revolución Bolivariana de Venezuela y Bolivia, constructores de una sociedad que ponga el fin a la dominación patriarcal y a la violencia contra la mujer en todas sus formas. Y hoy somos luchadores inagotables contra aquellos que quieren restaurar las políticas del ajuste, la entrega y la represión.
Nuestros aportes son innumerables en el ámbito de la cultura, la ciencia, la ideología, el deporte, etc.
Este pequeño relato no es para mirarnos a nosotros mismos, para hinchar el pecho y decir: que grande somos, mirá todo lo que hicimos y hacemos. Es una mínima reseña para poner a disposición nuestra historia, nuestra experiencia, nuestros mártires, nuestra energía para cambiar todo lo que deba ser cambiado.
Si de algo podemos reprocharnos es de no haber logrado, pese que hemos hecho todos los esfuerzos y seguiremos haciendo, por construir un potente frente de Liberación Nacional y Social, un Frente Juvenil Antiimperialista, un Frente Patriótico que ponga a la Argentina en los caminos de liberación y construcción de una sociedad que supere las miserias del capitalismo.
Sepan que la Juventud Comunista seguirá incansablemente luchando la unidad de nuestro pueblo y su clase trabajadora, por la unidad de los jóvenes en el movimiento estudiantil y las barriadas populares, por la unidad necesaria que trasforme de raíz nuestra sociedad.
Son tiempos difíciles los que nos toca vivir, un mundo cada vez más desigual, un mundo que pese a los avances científico-técnicos pone a más de la mitad de la población mundial en la pobreza y el hambre, un mundo donde las guerras por las mercancías y recursos que nos impone el Imperio obligan a emigrar a centenares de miles de niños, jóvenes, ancianos mientras caen sus bombas en la cabeza, mientras sus casas y países dejan de existir. El sistema actual nos lleva a la barbarie de la especie humana y queremos contribuir desde nuestras trincheras a la derrota de esa barbarie.
En nuestro continente y país no pareciera modificarse a grandes rasgos esta realidad. La avalancha del Imperialismo por saquear nuestros territorios y recuperar su "patio trasero" se ha intensificado, los "famosos" golpes blandos, institucionales, se transformaron en moneda corriente. El rol de las usinas ideológicas, maximizado por sus grandes medios de comunicación lograron mellar y formar un "sentido común" en vastos sectores de la sociedad logrando que en los procesos electorales voten por sus enemigos de clase. El capital trasnacional junto a las oligarquías locales se beneficia a costa del pueblo trabajador. El incremento de bases militares, reactivación de flotas, compra de armamento, junto a una política represiva hace peligrar e estigmatiza a los trabajadores y a los sectores vulnerables, especialmente a los jóvenes.
El Gobierno de Macri y sus secuaces en la Argentina se pone a tono con la realidad mundial y continental. En menos de dos años la inflación acumulada ronda el 60%, los trabajadores perdieron 13 puntos de poder adquisitivo, el endeudamiento externo creció exponencialmente (después de varios años, nuevamente el pago de deuda en el presupuesto será mayor que la inversión a educación), la fuga de dólares sigue en crecimiento, la recesión económica alcanzó cerca del 5%, hubo un reacomodamiento de la estructura económica argentina maximizando la ganancia del capital financiero, bajó el nivel de recaudación producto de la recesión económica y eliminación de impuestos a sectores concentrados, la apertura indiscriminada de las importaciones generó el cierre de centenares de fábricas y la perdida y suspensiones de centenares de miles de trabajadores, la devaluación de la moneda a principio de la gestión del nuevo gobierno alcanzó casi el 70%, aumentaron exponencialmente las tarifas de los servicios públicos, aumento del presupuesto de las fuerzas de seguridad y militar, etc.
En su liturgia, en sus acciones, en sus propuestas el macrismo propone una política de ajuste, entrega y represión. Y la Federación Juvenil Comunista una vez más en nuestra historia pondrá nuestras ideas, nuestras fuerzas, nuestra energía, nuestra convicción, nuestra vida por frenar la batería de medidas que llevan adelante y proponer un espacio de construcción de alternativa social, cultural, política que realice un programa de emancipación de nuestra Patria.
No somos los únicos que luchamos y conscientes de eso enfrentamos a este Gobierno y al Imperialismo. La resistencia de la Revolución Bolivariana en Venezuela, la reciente victoria en el Ecuador y el año pasado en Nicaragua valoradas por amplios sectores del campo popular son aires y muestras que tenemos un espacio de unidad a desarrollar.
Las diversas, variadas, multitudinarias movilizaciones protagonizadas por nuestro pueblo en marzo y abril también son energías de lucha y combate para frenar este brutal ataque que vive nuestro pueblo. Nuestras energías deben estar en los frentes de lucha.
La unidad callejera, la unidad en la movilización tiene que dar paso a una unidad programática de las fuerzas, organizaciones, espacios que queremos frenar las políticas impuestas por el Imperio y el macrismo. Estamos en un año electoral que no desconocemos, por lo que esa unidad callejera, unidad programática también tiene que dar paso a una unidad política-electoral que construya una nueva mayoría para desplazar al actual Gobierno y genere las condiciones necesarias para desarrollar un proyecto de nuevo tipo, un proyecto Revolucionario.
En nuestro 96º aniversario nos volvemos a juramentar que haremos todos los esfuerzos, luchares eternamente por erradicar la explotación y opresión en nuestro País y el Mundo. Nos comprometemos a reforzar nuestro trabajo por construir un Frente Patriótico Juvenil de Liberación Nacional y Social que ponga a la Argentina y a nuestro pueblo en un estadio de felicidad y emancipación.
Invitamos a la Juventud que estudia, trabaja y habita nuestro país a sumarse a nuestro destacamento de lucha y compromiso por una sociedad que sea digna de ser vivida.
Para todos el pan,
para todos las belleza,
para todos TODO.
12-04-2017
Federación Juvenil Comunista
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